Seguro que todos hemos hecho algún viaje; unas veces a sitios ya conocidos y otras nos hemos aventurado a conocer alguno nuevo. Yo he salido poco de España, pero os puedo asegurar que este viaje que os voy a contar ha sido para mí el más importante e instructivo de esta existencia. Estoy segura de que no he sido la única. Me lo propuso un amigo que me conocía mejor él a mí que yo a él, pues él sabía de todas mis necesidades; yo no tenía ni idea de que él existía. Fue mi Espíritu protector o Ángel de la guarda.

Hoy voy hablar sólo de ese primer viaje, pues fue a partir de él que me aficioné y desde entonces los viajes se me acumulan.Todo ocurrió una tarde cuando me disponía a tirar la basura (sí, ese acto tan cotidiano en las vidas de las personas) y allí estaba el billete, “sin usar”. Lo cogí. Destino: “Un viaje maravilloso”: ¿Quién no querría hacer un viaje maravilloso?

Como no terminaba de creérmelo, leí la letra pequeña (hay que leer siempre la letra pequeña) ponía: será en 1ª clase, no hace falta equipaje, sólo:

“necesidad de tomar nuevos rumbos”.

Qué casualidad, justo lo que yo necesitaba en aquellos momentos. Yo estaba dispuesta a verlo todo. Aún me estoy preguntando quién lo tiraría“hoy en día la gente tira cualquier cosa a la basura”

Luego me pregunté: ¿cuál sería el medio de transporte? ¿Sería en coche, en tren, en cohete? (como ahora está de moda los viajes a Marte…) y escuché: el recorrido se hará “leyendo” ¡Pero qué viaje más raro! ¿cómo se puede ir leyendo a alguna parte?

A partir de ahí todo sucedió muy rápido, y de repente sin saber cómo, me encontré viajando ¿Por dónde? No lo vais a creer: Por un libro gigante. No me dio tiempo ni a ver el título. Solo escuché una voz que me dijo: ¡comienza el viaje!

Esta es otra cuestión: yo escuchaba una voz que me acompañó todo el recorrido y aunque no sabía a quién pertenecía, me sentía bien con ella. El tono era sereno y rápido se percibía que todo lo que decía había sido el resultado de muchos estudios y experiencias personales. Iba a ser como una especie de “guía”.

Me hizo abrir la primera página del libro. ¿Sabéis lo que ponía? INTRODUCCION compuesta por 17 apartados. Son esas explicaciones que normalmente no queremos leer, pues queremos ir directo al grano.

Pues me hizo leer la primera frase: Para las cosas nuevas se necesitan palabras nuevas

Rápido entendí que no me podía saltar esa parte, porque si se trataba de cosas nuevas que necesitaban palabras nuevas, las tendría que conocer. De esa introducción lo que más me llamó la atención fue:

«Las ciencias comunes se basan en las propiedades de la materia, con las que se puede experimentar y manipular a voluntad, en cambio los fenómenos que íbamos a estudiar se basan en la acción de inteligencias que tienen voluntad propia y que nos prueban a cada instante que no se hallan a merced de nuestro capricho».

Eso sonaba bien, aunque no tenía idea de qué se trataba ¿Quiénes serían esas inteligencias? Yo continúe con la lectura…

«El estudio de esta doctrina sólo puede ser llevado a cabo con éxito por hombres serios, perseverantes, libres de prejuicios y animados por la firme y sincera voluntad de alcanzar un resultado. Absténganse pues los que consideren que los hechos no son dignos de ellos y de su atención, nadie piensa violentar su creencia, pero les pedimos que tengan a bien respetar la de los demás».

Yo me consideraba que tenía esas características.

Termino de leer y de nuevo pasé página y aparece un: PROLEGÓMENOS (que también no solemos leer) ahí se exponen los fundamentos generales del tema a tratar, con consejos para el autor. Se nota por lo que le dicen que confiaban en él:

«Han llegado los tiempos señalados por la providencia para una manifestación universal, donde se abrirá una nueva era de regeneración para la humanidad».

Parece una tarea difícil, pero lo animan diciéndole:

«Con perseverancia llegarás a recoger el fruto de tus trabajos. El placer que experimentarás cuando veas que la doctrina se propaga y es bien comprendida, será para ti una recompensa cuyo verdadero valor conocerás más en el porvenir que en el presente. No te inquietes pues por los espinos y las piedras que los incrédulos o malos sembrarán en tu camino. Conserva la confianza, con ella llegarás a la meta y serás merecedor de nuestra constante ayuda».

Parece que la finalidad de este libro es algo grande. A estas alturas del viaje estaba impaciente por saber más.

Y por fin se abrió ante mis ojos: El primer libro ¡pues resulta que son 4 libros en uno y por el precio de un billete iba a viajar por 4 libros! Era una sorpresa tras otra.

Nos metimos de lleno en el Libro Primero: “Las causas primeras”, con 4 capítulos. Os voy a comentar lo que en ese momento más me llamó la atención.

Dios. Siempre quise saber quién era ¡se habla tanto de Él! ¿verdad? Si existe, dónde está, quién es, cómo es. El guía me hizo un gesto para que mirara a mi alrededor y empezaron a aparecer imágenes en movimiento, cosas maravillosas. Mis ojos no tenían capacidad para verlo todo, en todo se percibía sabiduría, tanto en las pequeñas como en las grandes cosas.Todo estaba lleno de vida, no existía el vacío y todo se regía por unas leyes que revelaban justicia y bondad. “Todo lo había creado Él”. Entendí ¿qué era Dios? vi paisajes que me probaban su existencia y aunque en ese viaje no lo vi, no me hizo falta, cuando vi su creación supe que existía, que era una Inteligencia Suprema, pues ningún ser humano que yo conozca puede hacer lo que Él hace.

La voz del “guía” me dijo que si me interesaba este contenido, podría ampliarlo viajando por otro libro llamado La génesis, que me hablaría de la formación y periodos de la tierra, de leyes y fluidos desconocidos para nosotros y que utilizados por esas inteligencias que tienen voluntad propia dan lugar a todas estas maravillas.

El viaje continuaba y se abrió el Libro Segundo: “Mundo espírita o de los  espíritus”  que consta de  11 capítulos.

Ese título ya me dio un poco de escalofrío. Al principio dudé, no sabía si entrar o no a la página porque todo lo que se me venía a la cabeza era: fantasmas encadenados, esqueletos vivientes, un juez severo condenando o absolviendo a capricho, etc… Pero las palabras tranquilizadoras del guía me hicieron confiar. Y entré. Fue todo un descubrimiento pues nada de lo que yo creía al principio, tenía que ver con la realidad que allí se me presentó y aprendí:

  • Que durante la vida tenemos una doble existencia: la corporal, que nos da la vida de relación exterior, y la existencia espiritual, que nos da la vida de relación
  • Que no me puedo morir pues somos inmortales, ¿Lo sabíais? lo que hago es “desencarnar” dejar este “cuerpo –vestimenta” que hoy se llama Olga y cuando eso sucede soy un “Espíritu”. ¿Eso qué quiere decir? Si yo tengo miedo de los espíritus, tengo miedo de mí Y Cuando me sea necesario volveré a coger otra vestimenta “encarnar”.
  • Y con todo lo que nos quejamos cuando vienen las dificultades, pues resulta que las hemos pedido nosotros para rectificar cosas que no hemos hecho bien…
  • Pero no sólo encarnamos en este planeta, sino en otros.Ya me extrañaba que hubiera tantos sistemas solares sólo para contemplarlos ¿verdad? ¿Os lo habéis preguntado? y el objetivo es que a través de esas vivencias alcancemos la perfección.

“Pero qué maravilla cuanto somos” cuántas cosas habremos vivido, visto, experimentado. Os aseguro que no me conocía para nada.

  • Otra cosa: que los que se van al más allá, no están tan para allá, está más acá, pues cuando desencarnamos seguimos ligados, por el afecto a nuestros seres queridos, y también por odios y venganzas a los menos queridos –beneficiando o perjudicando– por eso debemos esforzarnos para que nuestras relaciones sean buenas mientras estemos por aquí, pues con la muerte no cambia nada y cuando nos vamos, seguimos unidos los unos a los otros a través del pensamiento aunque no tengamos el cuerpo físico.

Y yo me pregunto: Si el universo es tan grande, ¿por qué los espíritus malos no se van a otro sitio que no nos perjudiquen?

Rápido el guía me contestó: Si no hubiese hombres malos en la Tierra, no habría Espíritus malos alrededor de ella (ley de Afinidad). Allí seguimos manteniendo los mismos pensamientos, sentimientos y afectos.

Eso es lo único que nos podemos llevar, el resto lo dejamos aquí.

Esta idea es algo que no suele gustar (dejar las posesiones, casa, coche, las joyas, posición… pues estamos muy apegados a ellas) pero creo que es lo mejor porque como no sabemos cuándo nos vamos a ir, sería muy engorroso tener que estar siempre con las maletas hechas.

Francisco de Asís decía: «la verdadera propiedad es la que podemos guardar en nuestro corazón, la llevamos con nosotros por donde vamos y los ladrones no nos la pueden robar». Creo que es la mejor propuesta, para no estar haciendo maletas.

  • Que no vamos para descansar, hay trabajo para todos y el que se aburre es porque quiere, pues hay ocupaciones o misiones que realizar, y las tareas que tenemos van acordes a nuestras “verdaderas capacidades”, tanto intelectuales como Las posiciones o títulos terrestres, los favoritismos, eso allí no vale.

Me quedé pensando en toda esa nueva información y me preguntaba:

¿Cómo saber si eso es verdad? ¿Cómo creerme eso?

El guía me dijo: no me lo estoy inventando, pues las ideas no son mías, ellas son el resultado de un estudio hecho por el autor de este libro -de las informaciones traídas por los médiums, que son personas que tienen una cierta disposición orgánica para percibir y ver ese mundo invisible a nuestros ojos. Que esas informaciones han sido dadas en todas las partes del globo y han sido contrastadas entre ellas y de eso ha salido un cuerpo de doctrina que son estas enseñanzas.

  • Que hay un fenómeno llamado “emancipación del alma

Que cuando se da este fenómeno, se puede ver y visitar el mundo espiritual. Hay uno que lo hacemos todos cuando dormimos: durante el sueño del cuerpo los espíritus viajan y se visitan recíprocamente. Al despertar sólo recuerdan como una especie de intuición de lo que vieron y aprendieron. Para entender mejor todos estos fenómenos me aconsejó viajar por este libro: Libro de los médiums

Pues yo cuando vuelva para allá quiero estar con los espíritus amigos y los más buenos. ¿Eso cómo se consigue? El guía me orientó: Las mejores credenciales las conseguiremos aquí esforzándonos en eliminar nuestros vicios y adquirir las virtudes. Pues me quedé aún más preocupada ¿Eso cómo se consigue?

Rápido me dio la respuesta, vamos a la siguiente página:

Y aparece el Libro tercero Leyes morales” con  12 capítulos. Había una especie de pantalla y empezaron a aparecer por delante de mis ojos una a una, pero tan rápido que no pude retenerlas. El guía me aclaró: ellas se encuentran inscritas en el libro de la naturaleza y cuando el hombre se propone buscarlas las encuentra. Han sido proclamadas en todos los tiempos por los hombres de bien, por eso no debemos despreciar ninguna filosofía antigua, tradición o religión, pues todas contienen gérmenes de grandes verdades. Esas Leyes están inscritas en nuestra propia conciencia.

Y como Él percibió que aún me quedaba preocupada me propuso otro viaje a través de: “El evangelio según el espiritismo

Y me aconsejo: Este es un viaje que no debes dejar de hacer bajo ningún concepto. Si después de adentrarte en las enseñanzas que ahí vas a recibir, no las practicas, no habrá pasaporte que te lleve a un mejor lugar, «en él encontrarás el mejor camino a seguir».

Ahora te voy a presentar a Esperanza y Consuelo. Por fin iba a conocer a alguien en este viaje. Pero no. Este era el título del: Libro cuarto: Esperanzas y  consuelos” con 2 capítulos.

¿De qué trataba? Las Penas, el infierno, sufrimiento..

-por otro lado gozos, felicidad, cielo… Otro de los temas del que se habla mucho y se sabe poco. Lo que yo deduje:

El infierno: es un deseo exclusivo de los placeres y goces terrenales y no poder satisfacerlo. El peor infierno es el orgullo y la vanidad. El cielo: conocer y comprender todas las cosas y hacer el bien.

Para más ampliación del tema, fui aconsejada a viajar por: El cielo y el infierno

Y como todo buen estudio, el libro termina con una conclusión de San Agustín de la que no voy hacer comentarios, para invitaros a que la leáis vosotros…

No se puede hablar del mundo invisible y no hablar de: ¿En qué libro he estado viajando? El libro de los espíritus

Mi Conclusión: Ya sé de dónde vengo, para qué vengo y a dónde voy. Que soy un ser muy especial, que Dios me ama, y que mi destino es ser feliz… Y no os olvidéis que también es el de todos vosotros…

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