Estimados lectores:
En este número 12 de la Revista Espírita vamos a tratar sobre una cuestión principal del ser humano: los “Desafíos de la Existencia”. En un mundo tan escaso de valores como es el planeta en el que vivimos y al que transitoriamente pertenecemos, se multiplican por do- quier los desafíos existenciales.
Cuando contemplamos el espectáculo del Universo con los ojos de la ciencia, la naturaleza entera se nos apa- rece bajo el carácter de un dinamismo inmenso, en cuyo seno se asocian o se transforman las fuerzas de la física y de la química. Una gran unidad envuelve el Universo. El movimiento universal arrastra a los átomos como a los mundos. La vida es un intercambio incesante de materia. Todos los seres están constituidos de las mismas moléculas, que pasan sucesivamente de uno a otro, de manera que lo que somos físicamente se nos presta de forma temporal.
Nuestra morada, el planeta Tierra, podría considerarse una universidad sublime con diversos cursos y disciplinas en la que nos encontramos matriculados actualmente. En ella, cohabitamos encarnados y desencarnados, es decir, los que están en el cuerpo físico o ya lo han abandonado, con distintos niveles de evolución, inmersos en infinidad de diferentes vibraciones dentro del fluido cósmico universal, que nos conecta a todos y sirve de vehículo para nuestros pensamientos.
«Todo renacimiento, feliz o desgraciado, es la consecuencia de las obras practicadas en las vidas anteriores». (Krishna/Bhagavad Gita)
«La Revelación Espírita es una alta concesión que llega al hombre moderno, auxiliándolo a apresurar su marcha. No comprendida aún en su grandeza intrínseca, es la más alta expresión de la verdad dirigida al hombre». (Dr. Bezerra de Menezes, en: Manoel Philomeno de Miranda, Divaldo P. Franco, Locura y Obsesión, cap. 10)
Si hay un deseo común entre los casi siete mil millones de personas que habitan nuestro planeta Tierra es, sin duda alguna, que todos y cada uno de ellos, sin excepción, quieren ser felices. El concepto de felicidad varía tanto como existen diferentes formas de culturas, tradiciones, filosofías, religiones y sociedades, además de la manera individual de sentirla de cada persona, de modo que no sería posible ponernos de acuerdo sobre qué es o no la felicidad.