Una balanza de dos platillos que oscila en la dualidad. De un lado, el bien. Del otro, el mal. El bien que se traduce en un estado de consciencia lúcido, en el que la base se asienta sobre la fe; que arranca al hombre de su estado de inercia y le empuja hacia el bien, hacia un estado de voluntad consciente, hacia el amor al prójimo, hacia la caridad. El mal, por otra parte, viene a desafiar la moral humana. En un planeta de pruebas y expiaciones como es la Tierra, el mal no es solamente entendido como las actitudes que privan los seres de su confort material, sino que acecha de forma mucho más eficaz cuando hace tambalear a la consciencia del hombre. Y se observa en la traducción de sus sentimientos: la rabia, el odio, la intolerancia, el afán de enriquecer a toda costa… la destrucción de unos en beneficio de otros…
Hay hombres que con sus vidas dejan impronta en la rueda de los tiempos, no con fuego y espada, sino con el cáliz del dolor y el sacrificio. Hemos de mirar sus ejemplos, con el fin de encontrar en sus luchas el impulso que nos ayude a triunfar también en las nuestras. Sin duda alguna, Chico fue un ejemplo de esa clase de hombre que, a pesar de su humana debilidad y carencias de recursos, sabía negarse a sí mismo y entregarse al servicio del bien. Silenció la propia voz para dejar hablar por medio de él las voces de los cielos. Sirvan nuestras palabras de homenaje y exhortación para que desde nuestra particular condición hagamos el bien a nuestro prójimo tal y como él se esforzó en hacerlo.
La situación de los refugiados aquí en Europa es calamitosa, llena de prejuicios y de conceptos xenófobos. Vemos diariamente, tanto en la televisión, como en los periódicos, las terribles imágenes de centenares de personas que cada día ponen en riesgo sus vidas lanzándose al mar en barcazas improvisadas, de plástico. Familias enteras vienen buscando la salvación en Europa. Otros, llegan caminando, después de atravesar varios países, para sólo encontrarse con muros y vallas recientemente construidos con el objeto de impedir su entrada.
El pasado mes de octubre tuvimos la oportunidad de charlar con uno de los máximos exponentes del Movimiento Espirita en Colombia, Jorge Berrío Bustillo. De visita a Madrid para impartir algunas conferencias, le preguntamos sobre la situación de desigualdad social en la que se encuentra inmersa su país de origen, y de la obra social que lleva a cabo en una de las zonas más deprimidas de Cartagena de Indias, la Fundación Remanso de Amor, que desde 1996 presta asistencia alimentaria y educacional a niños, jóvenes, mujeres embarazadas, madres y padres, todos en situación de extrema necesidad.
Juan Jacobo Rousseau de quien bebería el célebre profesor de Rivail: Johann Heinrich Pestalozzisostuvo, en su Discurso sobre los orígenes y fundamentos de las desigualdades entre los hombres (1758), que el arte y las ciencias han corrompido al hombre; que el hombre es el producto cultural de sucesivas impurezas que se han adherido a su verdadera naturaleza. El hombre natural –entiéndase en oposición al hombre de la cultura es esencialmente bueno. A este hombre lo constituye originariamente la bondad del sentimiento y la relación directa con la Naturaleza.