“Así como el germen del fruto está rodeado del periespermo, así también el Espíritu propiamente dicho está rodeado de una envoltura que por comparación puede l lamarse Periespíritu”
(Al lan Kardec, p. 93 del Libro de los Espíritus)
Los biólogos, los bioquímicos, los biofísicos y los ingenieros genéticos, en este momento evolutivo del mundo, han empezado ya, imponiéndose a los diferentes pensamientos, a realizar el trabajo de descubrir los llamados secretos de Dios. Y han sido secretos mientras no hemos tenido posibilidades intelectuales de conocerlos, de penetrar en ellos. Pero el libro de Dios ha estado abierto siempre para todas las mentes, esperando a su vez que las mentes estuvieran listas para ello.
«El Espiritismo es una ciencia que tiene por objeto la demostración experimental de la existencia del alma y de su inmortalidad, por medio de comunicaciones de los que han sido impropiamente llamados muertos. Desde que se iniciaron las investigaciones sobre este tema, hace casi medio siglo, hombres de ciencia del más alto valor han consagrado largos años de estudio a constatar los hechos que están en la base de esta ciencia, y que han sido unánimes al afirmar la total autenticidad de estos fenómenos que parecían fruto de la superstición y del fanatismo»
Los sentimientos y las emociones pueden definirse como estados vibratorios del ser que determinan la salud y armonía de nuestro periespíritu. Ambos, emociones y sentimientos, como estados vibratorios, alcanzan al Espíritu a través del periespíritu, que registrando y transmitiendo, le llena de experiencias necesarias para su evolución.
El espíritu, precisa de un intermediario semimaterial (su cuerpo espiritual o periespíritu), que participe tanto de las propiedades de la materia densa como de las características de la vida espiritual, facultándolo para actuar en los mundos densos.