Es considerado uno de los más importantes autores dentro del Espiritismo. Sus obras recopilan investigaciones sobre el alma, los procesos reencarnatorios, el periespíritu o la mediumnidad. En el año 1883 comenzó su trabajo literario, aportando valiosa documentación sobre las enseñanzas de la ciencia espírita, para poder así, “servir a la Doctrina en la parte que le tocó”, como él mismo decía.
Apoyándose firmemente en la obra de Kardec, reconoció la autoridad moral y científica del Codificador, tornándose para él un verdadero guía. En 1899 escribió El alma es inmortal, su quinta obra. En ella se encuentran numerosos testimonios como demostración experimental de la inmortalidad, cuyo objeto fundamental de estudio es el periespíritu.
“A todo estado del alma corresponde una modificación molecular de la sustancia cerebral, y recíprocamente. Pero ahí se detienen las observaciones, y la ciencia es incapaz de explicarnos el por qué la materia que reemplaza la que es destruida por el gasto vital conserva las impresiones anteriores del espíritu. La experiencia espírita viene a llenar esta laguna: nos prueba que el alma no es una entidad ideal, una sustancia inmaterial, sin extensión, sino que es un cuerpo sutil, en el cual se registran los fenómenos de la vida mental y al que se ha dado el nombre de periespíritu.”
Leyendo estas palabras escritas en los primeros párrafos de la Introducción del libro ya podemos aseverar cómo Delanne abordará de manera sobresaliente un extenso estudio sobre el cuerpo espiritual.
“Esperamos dar a conocer que nada se opone científicamente a la concepción de una envoltura semejante al alma”
“Hay una continuidad, real, absoluta en las manifestaciones del espíritu, esté o no encarnado en un cuerpo terrestre”.
Es fundamental prestar atención a la organización que Delanne establece en el libro, compuesto de cuatro partes: La observación; La experiencia; El Espiritismo y la ciencia; y Ensayo sobre las creaciones fluídicas por la voluntad. En cada una de ellas hay una aportación de valiosas investigaciones y pruebas de un riguroso carácter científico.
Según expone el filántropo parisino, la existencia de una envoltura que permita al Ser estar en relación con el nuevo medio que debe habitar después de la muerte, ha sido fuertemente sentida en todos los tiempos, por ello nos ofrece un recorrido por las antiguas creencias, observando el progreso de las distintas concepciones.
Testimonios de médiums y Espíritus en favor de la existencia del periespíritu; relatos de apariciones; investigaciones experimentales como las realizadas por De Rochas, el magnetizador Cahagnet, Alexandre Aksakof o William Crookes; ejemplos sobre el fenómeno de materialización como la Historia de Katie King, son parte de esta obra, basada en hechos reales, hechos certificados por testigos de renombre e investigados a fondo por científicos imparciales.
Gabriel Delanne nos insta a un profundo examen, indicándonos aquello que es preciso estudiar:
“Existiendo el periespíritu en el cuerpo humano, no es visible para nosotros, no posee peso alguno apreciable, y cuando sale del cuerpo para mostrarse a distancia, se comprueba que nada podría oponerle obstáculo. Debemos deducir de estas observaciones que está formado por una sustancia invisible, imponderable y de una sutilidad tal, que nada le es impenetrable. Ahora bien, esos caracteres que parecen completamente contradictorios son los que la física nos da a conocer como pertenecientes a la materia. Debemos, pues, saber exactamente lo que es preciso entender por la palabra materia, y para esto es urgente conocer lo que es el átomo, el movimiento y la energía. Una vez adquiridas estas nociones, podremos preguntarnos cómo es que una materia fluídica puede conservar una forma determinada y, sobre todo, cómo la muerte no determina la disolución de este cuerpo espiritual como determina la del cuerpo físico.”
El alma es inmortal, es un libro de obligada lectura para todo aquel que sepa la necesidad de conocer los grandes estudios de la Ciencia del Porvenir, tal como Delanne llamaba al Espiritismo, y una invitación desde la Federación Espírita Española para que los espíritas se guíen con el rigor mostrado por las honorables mentes que volcaron todo su conocimiento en pro de la verdad y las realidades del Espíritu.