El concepto de libre albedrío está tratado en El libro de los Espíritus en las cuestiónes de 843 a 850, donde los Espíritus superiores dejan claro que teniendo el hombre libertad de pensar dispone asimismo de la libertad de actuar.
Gozan los Espíritus de esta libertad de obrar tan pronto como adquieren la voluntad de hacer. Cuando se encuentran en la etapa infantil los pensamientos se expresan conforme a las necesidades propias de la edad, aplicando el niño su libre albedrío a las cosas que necesita. Según pasa el tiempo, con el desarrollo de las facultades, la libertad se desarrolla y cambia de objeto.
Al introducirnos en el estudio sobre la existencia y sobrevivencia del Espíritu nos encontramos con la necesidad de observar diferentes enfoques que son causa de una divergencia de opiniones acerca de la naturaleza del alma, que fundamentalmente proviene de la aplicación particular que cada uno hace de esta palabra.
El Espiritismo se fundamenta en la idea de la existencia de Dios, esto es, en la representación de un ser omnisciente, omnipotente y omnipresente. Causa sui, Arquitecto cósmico de todas las formas y de todos los seres.