Es la influencia perniciosa y malévola que ejerce un Espíritu sobre otro. Hay diferentes tipos de obsesiones: desencarnado a encarnado; de encarnado a desencarnado; de encarnado a encarnado y de desencarnado a desencarnado. Un Espíritu imperfecto puede influenciarnos mentalmente para llevarnos, por ejemplo, a un estado de depresión.